Autores: D Peña y C. Valenzuela.
Cuando pensamos en alimentos inocuos, solemos imaginar controles en la planta de producción, como buenas prácticas de manufactura, análisis microbiológicos, entre otros. Pero rara vez se le da el protagonismo que merece a un actor silencioso: el envase.
Y, sin embargo, el envase es mucho más que una caja bonita o un simple contenedor. Es, en muchos casos, la primera y última barrera de defensa entre el alimento y los peligros físicos, químicos y biológicos del entorno. Desde el punto de vista de la inocuidad, ignorar el papel del envase es como dejar la puerta abierta en un sistema de gestión cuidadosamente construido.
El envase como barrera crítica.
El envase no es simplemente parte del marketing o la logística: es una etapa crítica de un sistema de gestión de inocuidad. Un envase mal diseñado, contaminado o inadecuadamente manipulado puede comprometer por completo la inocuidad de un producto alimenticio, por más riguroso que haya sido su proceso de producción. Por ejemplo:
· Migración de plásticos: ciertos plásticos pueden transferir sustancias indeseadas al alimento, especialmente cuando se usan con productos ácidos.
· Migración de tintas y barnices: tintas y barnices migrables que no han sido diseñados para contacto indirecto pueden terminar en los productos si no se controla su aplicación o curado.
· Contaminación cruzada: envases almacenados a la intemperie, manipulados con las manos sucias o mezclados con productos no alimentarios pueden arrastrar patógenos al alimento. Conoce más sobre el tema en el siguiente en corto: Migración química en envases primarios para alimentos | En corto
¿Qué debe considerar un buen sistema de gestión sobre los envases?
Un sistema de inocuidad alimentaria verdaderamente robusto integra criterios técnicos para la selección, recepción y uso de envases, además de los siguientes puntos:
· Diseño: El envase debe estar diseñado para evitar la acumulación de residuos y proteger el alimento durante toda su vida útil. Las superficies internas deben ser resistentes a la migración de componentes.
· Materiales aprobados: Todos los materiales deben cumplir con regulaciones como la FDA, o la normativa nacional correspondiente. Esto asegura que los niveles de migración están por debajo de los límites aceptables y que no se transferirán contaminantes al alimento.
· Buenas prácticas de manufactura: Trabaja con proveedores que cuenten con certificaciones como ISO 22000, FSSC 22000 o BRCGS Packaging Materials. Esto te da la tranquilidad de que su proceso está bajo control.
· Control en la recepción y almacenamiento: Muchos programas HACCP pasan por alto la inspección de envases. Sin embargo, el control visual, la verificación documental y el almacenamiento adecuado son esenciales. ¿Se almacenan alejados del piso? ¿Están protegidos del polvo, humedad o plagas? ¿Hay trazabilidad en caso de reclamo?
· Trazabilidad y gestión de cambios: En caso de una no conformidad o un retiro del mercado, debes poder rastrear el lote de envases utilizados. Esto requiere coordinación entre compras, producción y calidad, así como una buena comunicación con el proveedor.
Tendencias actuales: envases sostenibles e inocuidad
La industria está girando hacia materiales más sostenibles, como bioplásticos, nanopartículas, papel, vidrio o metales reciclados. Pero cuidado: no todo lo eco es automáticamente inocuo. Estos materiales deben pasar por el mismo rigor técnico que cualquier otro. Recuerda la presión por innovar no puede sacrificar la inocuidad.
Conoce más sobre el tema en el siguiente en corto: Envases funcionales | En corto
La inocuidad alimentaria no termina en la planta de producción. Llega hasta el momento en que el consumidor abre el producto y lo consume. En ese trayecto, el envase es su protector más cercano. Desde el punto de vista técnico y normativo, incorporar los envases dentro del alcance de tu sistema de gestión de inocuidad no es opcional: es necesario.
Capacitar al personal, exigir controles a proveedores y revisar constantemente los materiales usados son prácticas que marcan la diferencia entre un producto inocuo y un riesgo latente. Porque, en la industria alimentaria, todo cuenta. Y el envase también.
Referencias.
PlasticEurope Association of Plastics Manufacturers. Food Contac Additives (FCA). Inside Food Contact Materials. Descargado de: https://plasticseurope.org/knowledge-hub/inside-food-contact-materials/ el 23/09/2025.
J. H. Han. Innovations in Food Packaging. Food Science and Technology. International Series. ELSEVIER. 2014.