La inocuidad de los alimentos es una condición fundamental para la salud pública, el comercio
internacional, el desarrollo sostenible y la confianza del consumidor. La Organización Mundial
de la Salud (OMS) estima que 600 millones de personas se enferman anualmente a causa del
consumo de alimentos contaminados. En este contexto, el lema del Día Mundial de la
Inocuidad Alimentaria 2025, «Inocuidad alimentaria: ciencia en acción», subraya la
necesidad de aplicar herramientas científicas para prevenir y mitigar los riesgos asociados a la
producción y consumo de alimentos. En este blog veremos como el conocimiento científico
aplicado en la industria alimentaria contribuye a reducir riesgos y garantizar productos
inocuos.
• Detección de microorganismos patógenos.
Uno de los grandes aportes de la ciencia es la capacidad de detectar bacterias, virus o
parásitos que pueden estar presentes en los alimentos. Gracias a técnicas como:
✓ PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), que detecta el ADN de bacterias
como Salmonella o Listeria en cuestión de horas.
✓ Cultivos microbiológicos, que permiten identificar patógenos en laboratorios.
✓ Biosensores, que funcionan como detectores rápidos de contaminación.
Estas herramientas permiten a las organizaciones a actuar rápidamente y evitar que alimentos
contaminados lleguen a los consumidores.
• Innovación en empaques.
La ciencia también se refleja en los envases de los alimentos, que ya no solo sirven para
proteger, sino también para informar. Por ejemplo:
✓ Etiquetas que cambian de color si la temperatura del producto ha sido
incorrecta.
✓ Películas antimicrobianas, que liberan sustancias naturales que evitan el
crecimiento de microorganismos patógenos.
✓ Sensores inalámbricos, que monitorean las condiciones durante el transporte.
Todo esto ayuda a garantizar que los productos lleguen a los consumidores en perfectas
condiciones.
• Educación y cultura científica en las organizaciones.
La ciencia también influye en las buenas prácticas de higiene y manipulación. Las
organizaciones que capacitan a su personal en microbiología, química en alimentos y
prevención de riesgos son más eficaces en asegurar la inocuidad de sus productos.
Hoy en día, muchas organizaciones optan por sistemas de gestión, como:
✓ HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control)
✓ ISO 22000
✓ FSSC 22000
✓ BRCGS
✓ SQF
Estos sistemas están basados en principios científicos que aseguran un control riguroso de
cada etapa de la cadena de suministro de alimentos.
• Aplicaciones de inteligencia artificial y ciencia de datos
El uso de la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos masivos (big data) ha permitido:
✓ Desarrollar modelos de predicción de fallos en procesos críticos.
✓ Implementar sistemas de trazabilidad automatizada.
✓ Realizar análisis de tendencias para optimizar medidas preventivas.
✓ Detectar anomalías en la cadena de frío en tiempo real y enviar alertas
automáticas al operador para mitigar el riesgo antes de que afecte la inocuidad
del producto.
Al aplicar herramientas tecnológicas y modelos predictivos basados en evidencia, las
organizaciones pueden no solo cumplir con los requisitos regulatorios, sino también proteger
eficazmente la salud del consumidor.
Gracias a la investigación, la tecnología y la innovación, hoy podemos detectar riesgos,
prevenir brotes de enfermedades y proteger la salud de millones de personas en todo el mundo
por lo que la ciencia en acción no es una tendencia, sino una necesidad operativa para lograr
una cadena de suministro de alimentos inocua, resiliente y sostenible.
Referencias.
[1] A. Kumar, V. Kumar, D. Arsenov, M. Thakur, A. Kumar, A. Khokhar, C. S. Seth & R. Kumar. The
science of food safety and their health impacts. Journal of Geochemical Exploration. Vol. 267.
2024.
[2] P. Rasor. Total Food chain safety: how good practices can contribute? Trends in Food Scince
& Tecnhnology. Vol. 19. Num. 8, pp 405 – 412. 2008.
[3] S. Thakkar, W. Slikker, F. Yiannas, P. Silva. B. Blais, K. R. Chng, Z. Liu, A. Adholeya, F.
Pappalardo, M. C. Soares, P. E. Beeler, M. Whelan, R. Roberts, J. Borlak, M. Hugas, C. T. Salinas,
P. Girard, M. C. Diamond, D. Verloo, B. Panda, M. C. Rose, J. B. Jornet, A. Furuhama, H. Fang, E.
K. Afful, K. Heintz, K. Arvidson, J. G. Burgos, A. Horst & W. Tong. Artificial intelligence and real–world data for drug and food safety – A regulatory science perspective. Regulatory Toxicology
and Pharmacology. Vol. 140. 2023.