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  11 octubre, 2016   |   Inocuidad  |   Alimentos y bebidas  |  Inocuidad  |  Tendencias alimentos y bebidas  |  
Alimentos y bebidas: las 10 principales tendencias del 2016

El mercado de alimentos y bebidas se encuentra evolucionando constantemente, y si te preguntas qué está pasando en este momento en México, la respuesta es muy simple: lo mismo que ocurre en todo el mundo. Los medios nos conectan a unos con otros, la información está al alcance de nuestras manos y las tendencias en la industria son globalizadas.

 

A continuación listamos las 10 principales tendencias de la industria de alimentos y bebidas en este 2016:

 

1. Crecimiento orgánico con etiqueta clara

Somos lo que comemos. Y si comemos química, no somos nada más que un montón de kilos de química. Es por esto que la sociedad de hoy en día quiere volver a los hábitos alimenticios que tenían nuestras abuelas o las abuelas de nuestras abuelas, donde todo era más orgánico, más natural. Pero ahora, ¿qué es lo natural? Claramente es un término que puede variar de persona en persona, de lugar en lugar y de circunstancia en circunstancia. Por eso puede suceder que muchas veces nos sentimos engañados cuando leemos la palabra “natural” en algún producto. No hay definición exacta. Ahora buscamos las etiquetas más claras y limpias, etiquetas que digan “orgánico” o “GMO free” (productos que no son modificados genéticamente). Y si no fuera suficiente la etiqueta orgánica, nos tienen que dar ganas de comerlo también. Y no sólo porque sea sano; debe ser algo novedoso y rico.

 

2. “Libre de todo”

Si queremos consumir un producto orgánico, natural y rico, estamos buscando que las etiquetas nos aseguren que sea algo “libre de todo” lo contaminante y alergénico. Además, cada persona comienza a tener sus propias preferencias como consumir productos libres de gluten, libres de azúcar, de lactosa, de grasas, etc. Mientras más libre de todo, mejor.

 

3. El efecto “flexitariano”

Los flexitarianos son los vegetarianos que no han podido renunciar a la hamburguesa. Son personas que utilizan el método más verde para comer carne. ¿Por qué sucede esto? Ya sea por falta de tiempo para cocinar, para reducir costos o para cuidar la salud y/o la figura, la gente decide ser “ligeramente vegetariano”. Tal vez comer una ensalada ligera en la oficina y llegar a casa a cenar carne. Está claro que la sociedad actual es más consiente de los beneficios de comer muchas frutas y verduras.

 

4. Procesamiento natural

Si se cosechan verduras con un método orgánico pero después son procesadas en fábricas con químicos para enlatarlas, no tiene sentido. Se tiene que hacer un procesamiento lo más natural posible para cumplir con el cometido. Asimismo, las empresas deben comunicar que están haciendo las cosas bien para que el consumidor confíe en ellas, ¿pero cuál es la forma más eficiente de hacerlo? ¿Pagando miles o millones de pesos en publicidad? No. La clave está en el envase; en la etiqueta. ¿Y lo mejor de todo? No hay diferencia de costo entre una buena etiqueta o una mala. Sólo hay que saber llamar la atención de la gente y resaltar los beneficios del producto, desde cómo fue producido hasta qué tipo de “libre de” es.

 

5. Luz verde para los vegetales

Ya es un hecho que un gran porcentaje de la sociedad quiere comer más frutas y verduras, pero el problema es que gran parte no quiere ir a comprarlas, lavarlas, pelarlas, prepararlas, etc. He aquí una gran oportunidad para que las empresas entren al mercado. Si lo único que se tiene que hacer es entregar a la gente las verduras ya listas para comer, sólo tienen que realizar procesos muy simples que no afectarán sus características. Es la solución ideal.

 

6. Creando un vínculo

La industria tiene que aprovechar diferentes medios y redes sociales para crear relaciones con las personas. Es muy importante que el cliente no se sienta como uno más del montón, se deben de aprovechar sus orígenes para que se individualice y se identifique dentro de la gran globalidad en la que vivimos. Ésta es la mejor manera de generar un acercamiento honesto entre empresa y consumidor, lo que le da un valor agregado a los productos.

 

7. Pequeños jugadores, grandes ideas

Normalmente, las empresas multinacionales están enfocadas al cien por ciento en sus productos, sin tiempo ni “autorización” para serle “infiel” a su giro con otras ideas. En cambio, las empresas pequeñas que buscan crecer, tienen más libertad para tener ideas y dirigirse a nichos de mercado con historias personales y productos innovadores.

 

8. Más allá del atleta

El consumidor quiere verse atractivo y ser (o al menos parecer) activo, deportista y saludable. Es por eso que aunque no hablemos de atletas de alto rendimiento, las personas comienzan a consumir productos altos en proteína, como bebidas, licuados, barritas, entre otros; productos que ya no se venden como suplementos y sólo por marcas de nutrición deportivas, sino como consumo masivo.

 

9. La coartada indulgente

La conciencia de ser más saludables ya la tenemos. La sociedad ya se encuentra en un “estado de dieta”, en el que en verdad la hace o “la empieza el lunes”. A nadie le gusta sentirse culpable ni frustrado con la comida. Ahora, pongamos un ejemplo. He decidido llevar una alimentación saludable pero salgo de la oficina y me estoy muriendo de hambre. Entro a una tienda y veo una deliciosa galleta de chocolate, y al lado una galleta de chocolate con quinoa. Automáticamente tomo la de quinoa porque leí que es un pseudocereal sano, pero no es mi culpa que venga revuelta con una galleta de chocolate. Excelente oportunidad en el mercado. Si las empresas le dan un atractivo a los alimentos funcionales, claro que todas las personas que están a dieta los comprarán sin culpa.

 

10. Gustos para nuevas experiencias

La industria está creando sabores deliciosos, pero se está enfocando mucho más en producir texturas más auténticas, complejas y atrevidas. Esto se debe a que el ser humano percibe (sin darse cuenta) primero la textura de los alimentos y después el gusto. Por eso las empresas utilizan texturas más prominentes ahora y además lo informan en el envase del producto (por ejemplo: más crujiente, cremoso, picante, entre otros). La idea está en desafiar al cliente con la textura para probarla.

Estas tendencias exploran cómo las prioridades de los consumidores cambian, pero no son ellos los únicos factores influyentes. También lo son la economía cambiante, los fenómenos naturales y los medios de comunicación social que están dando forma a qué, cómo, dónde y con quién se está optando por comer y beber.

Las tendencias juegan de manera diferente en cada lugar dependiendo de una gran variedad de factores, como las normas culturales. Sin embargo, algunas tendencias emergentes como las mencionadas en el artículo, tienen el potencial de alterar el panorama de todo el mundo.

 

Este artículo está basado en la conferencia «Investigación de mercado: las 10 principales tendencias para 2016.» impartida por Jorge Sarasqueta, Director de Innova Market Insights Latin America, en la FoodTech Summit & Expo 2016.

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