Las aeronaves no tripuladas, mejor conocidas como drones, son utilizadas por distintas industrias para realizar tareas muy especializadas en las que antes se invertían recursos humanos y maquinaria más compleja, lo que implicaba anteriormente un mayor costo. Actualmente, esta invención ha llegado para quedarse y facilitar los procesos productivos en todos los rubros.

A partir del lanzamiento al mercado de distintos modelos de drones, se ha intensificado la preocupación de los compradores para encontrar la versión o marca de mayor calidad según sus necesidades, así como la evidente falta de normalización para su uso. Anteriormente era complicado contar con la información suficiente para responder a esta necesidad, sin embargo, hoy en día es más fácil conocer sus características y evaluar su calidad y aplicación.

Sumándose a este llamado, la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés) que marca lineamientos y estándares de calidad con reconocimiento internacional, ha decidido incursionar en este ámbito con el primer borrador de un estándar dedicado al uso adecuado de drones. Las normas presentes en este primer borrador recogen, entre otras medidas, la necesidad de la existencia de zonas de exclusión aérea para garantizar una distancia suficiente de los aeropuertos o zonas urbanas sensibles, además sugiere el uso de cercas geográficas para que las aeronaves se mantengan alejadas de las áreas restringidas, y pone de manifiesto la necesidad de establecer registros, entrenamientos y mantenimientos de vuelo.

Este documento es necesario para ofrecer mayores garantías de seguridad y protección en el uso de drones. Y es que, de acuerdo con el jefe de la Junta de Seguridad de Reino Unido, la mitad de los incidentes de tráfico aéreo que se producen en la actualidad involucran aviones no tripulados. Además, la existencia de un conjunto coherente de regulaciones debería alentar a las organizaciones a adoptar esta tecnología.

Los estándares que ha publicado la ISO recogen la normativa para la operación, mantenimiento y gestión de seguridad con drones, tratándose del primero de cuatro conjuntos de normas. Los tres documentos siguientes se centrarán en las especificaciones técnicas, la calidad de fabricación y la gestión del tráfico.

El borrador estará abierto a la consulta pública hasta el 21 de enero de 2019, y se espera que los estándares se adopten en todo el mundo a finales del próximo año.

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